PRÓLOGO
Cinco niñas, cinco amigas, en algún lugar vivían.
En Wonderland decidieron descansar, pero cuenta se dieron que debían escapar.
Esta historia os empezaré a contar, de cómo despertaron de aquel sueño sin cesar.
Historia 1. Nerahi y la puerta mágica
Nerahi tenía 7 años, vivía con su tutora, a quien no soportaba. Decidió irse con sus amigas, hasta que...
"Uh? ¿Dónde estoy?"
"Estás en Wonderland, Nerahi. Un lugar donde finalmente podrás descansar. Por cierto, Dori mi nombre es".
Nerahi, durante unos días, disfrutó en aquel hermoso país, pero decidió escapar. Quería volver a su casa.
"Dori, necesito volver a casa. Por favor".
"Ve en busca de la puerta mágica. Allí entrarás en el Limbo, donde tus amigas deberán entrar antes de enfrentarse a la misión final antes de despertar de su sueño. Sí, estás dormida, Nerahi. Dormida en el bosque".
Durante su camino, Nerahi encontró unos seres raros.
"¿Sois gnomos?"
"¿Gnomos, niña? ¿Acaso llevamos esos sombreros puntiagudos tan horripilantes? Somos duendes. Yo soy Grixy, y este es mi hermano gemelo Trixy".
"Bien, Trixy y Grixy, ¿cómo se llega a la puerta mágica?"
Los dos duendes, por un momento, pensaban hacerle una broma fatal a la pobre niña, luego se dieron cuenta que ella era amiga de Dori:
"¿Eres aquella Nerahi de la cual Dori nos habló?"
"Soy yo".
"Te acompañaremos hasta Cronométricus. Él será quien te acompañará hasta la puerta mágica".
Durante el viaje, Nerahi vio fenómenos imposibles: lámparas que flotaban, llamas perpetuas... incluso seres mitológicos. Entonces comprendió que la magia no había desaparecido del mundo, sólo se había ocultado de los humanos.
Llegaron a una casita en forma de seta:
"Es aquí. ¿Verdad, Grixy?"
"Por supuesto, Trixy. Adiós, Nerahi, fue un placer conocerte".
"Hasta nunca, Grixy. Hasta nunca, Trixy". Entonces, la niña golpeó la puerta. Una vez. Dos veces. Tres veces. Hasta que...
"Hola, Nerahi. Soy Cronométricus, bienvenida".
Los dos partieron. Llegaron a la puerta mágica, la cual tenía forma de reloj de arena.
Un hada se apareció:
"Soy Horita. Hola, Nerahi. Te estaba esperando".
Cronométricus había explicado a la pequeña que debía responder un acertijo si quería entrar al Limbo. Ella dijo:
"Estoy lista para el acertijo".
"Bien, pequeña. ¿Cuál es el bien más preciado del mundo, que si lo pierdes, no lo recuperas?"
Nerahi meditó y meditó. Hasta que...
"¡El tiempo!" la niña finalmente exclamó. Horita aplaudía.
"Bien, preciosa. Puedes entrar al Limbo".
Nerahi traspasó la puerta...este es el final de la historia, pero este final es sólo otro comienzo...
CONTINUARÁ...
Sed felices :)
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